Mercosur: más allá del pacto aduanero

Cuando nació Mercosur, no solo se reivindica al operario de la hilandería y la “llave inglesa” como palancas de la producción industrial. Con Mercosur se reivindica el trabajo agrícola del sur de Aragua o el sur del Lago de Maracaibo. Hasta ahora hemos sido una metáfora a lo Andrés Bello, o similitud de aquella novela de Hemingway: El Viejo y el Mar, después del gran trabajo del viejo pescador, el gran pez, llega esquelético a la orilla, comido por los tiburones y los fondos buitres. Mercosur reivindica el poema del maestro Benedetti: “el sur también existe”, que pesa con fuerza en la opinión mundial. Es la integración con mayor “músculo” y todo apunta hacia la integración social de los trabajadores, en sueldos, salarios, en seguridad social y en diversificación económica, como los BRIS. (Brasil, Rusia, India, Suráfrica).


Si no sería más de lo mismo, como solía decir el doctor Maza Zavala, “la mono producción, significa subdesarrollo económico”. Mercosur nació y se multiplica con conceptos propios. Existe una encuesta promisoria sobre Mercosur, que circula y se da a conocer entre empresarios privados, emprendedores patriotas venezolanos y en gente respetable de empresas extranjeras, que operan en Venezuela, también la tienen los inversionistas “buitres” y los “golondrinas” de las Bolsas de Valores, que se especializan solo en oportunidades “relámpagos”, de comprar hoy y vender mañana, especulativamente. Colombia, Chile, Perú, Ecuador y Bolivia, quieren ya, tener un asiento en el Mercosur. Saben lo que pesa Mercosur. Hasta ahora son socios observadores. Pero Mercosur se ubica, más allá de un simple acuerdo aduanero. Recuerdo las intervenciones en el reciente ayer de diputados venezolanos en el Mercosur, como Calixto Ortega, Rodrigo Cabeza y Saúl Ortega (nuestro jefe de la delegación venezolana) en el naciente parlamento en Brasilia y en Montevideo, como sede del Mercosur, ciudades de sesión del parlamento de la alianza. Mercosur no es exclusivamente un pacto de integración aduanera. Mercosur es una potencia geopolítica, como la soñaron nuestros Libertadores (Bolívar, Girardot, Urdaneta, O’Higgins, San Martín, Abreu Da Lima, Artigas, y un honorable etcétera)y lo acaba de demostrar el discurso del presidente Nicolás Maduro, en solidaridad con Argentina en la cumbre de Mercosur y los fondos buitres, que solo saquean nuestro esfuerzo. Una versión metafórica, parecida a la presencia criminal de Cortez y Pizarro, cuando se asesinó a miles de originarios, cambiándoles oro por mantas contaminadas de tifus y fiebre amarilla. Pero Lula Da Silva, Kirchner y Hugo Chávez Frías, siempre mantenían claridad de un Mercosur fuerte. Venezuela necesita a Mercosur y Mercosur necesita a Venezuela. Somos una potencia integradora, como Aragua, como Zulia, Anzoátegui, Bolívar, Carabobo, Lara, Trujillo ,Cojedes, Portuguesa, Apure, Mérida, Falcón, Yaracuy, Táchira, Miranda, Vargas, Sucre, Delta, Monagas, Nueva Esparta. Es una relación “simbiótica”, es decir, vital y necesaria.

Fonte: http://www.elperiodiquito.com/article/168485/Mercosur--mas-alla-del-pacto-aduanero